ENTREGADO
100% VENDIDO
100% VENDIDO
El río Maullín es de los principales y más largos ríos de Chile. con 85 kilómetros de extensión que inician en el lago Llanquihue y desembocan en el Océano Pacífico.
Rico en flora y fauna nativa, está expuesto a la baja fiscalización en actividades relacionadas a la pesca, la caza y la explotación de zonas rurales, como también a la contaminación proveniente de núcleos urbanos que rodean el lago y sus alrededores.
Este proyecto se origina ideando una manera de mitigar y responder a ese fenómeno desde una perspectiva privada ecológica, formando una comunidad en pos de la conservación para proteger (al menos) el pedazo de tierra correspondiente al loteo y potenciar la cultura medioambiental de una comuna que no está necesariamente consciente del valor natural de su entorno.
La estrategia que configura el masterplan tenía que, como requisito fundamental, no intervenir la naturaleza propia del terreno. Para esto, las piezas que lo conforman debían, además de urbanizar, buscarse espacio libre en la prexistencia.
Se extrajeron 26 parcelas, de las cuales todas seden, al menos, el 10% de su superficie para áreas comunes y servidumbre de paso para conformar las zonas de conservación de especies nativas.
La calle se formalizó como un solo elemento orgánico que se adapta a la topografía y esquivas zonas boscosas. A través de ella se conducen todas las redes de instalaciones de manera subterránea para no alterar el paisaje.
El condominio se diseñó bajo el concepto de un parque abierto habitable, que predomine y proteja la naturaleza existente, con el propósito de marcar un precedente respecto al criterio constructivo para las futuras construcciones.
La iluminación del condómino se diseñó para no afectar las especies de aves nativas de la zona. La comunidad está normada bajo estrictas reglas de conservación, como lo son la prohibición de talar árboles nativos y la contaminación del río en ningún sentido
El tinte negro aplicado en las maderas para impregnar todos los elementos que conforman la urbanización, tales como los cercos, la luminaria, las pasarelas y escaleras comunes, se obtuvo reciclando el aceite de motor en desuso de los campos vecinos.
Dicho aceite por lo general se apila y se acumula, en ocasiones se tira a la tierra contaminando suelo agrícola y en el peor de los casos se lanza directamente al río. Este sistema aplicado a la construcción resultó ser altamente eficiente para la resistencia a la humedad y el sol.